EXISTENCIA EFÍMERA
Nuestra existencia es el tesoro más preciado que poseemos, el lienzo sobre el cual pintamos nuestra historia. Sin ella, no podríamos amar, disfrutar, aprender, experimentar, vivir. Gracias a nuestra existencia, estamos aquí, compartiendo y comunicándonos. Sin embargo, si contrastamos nuestra breve estancia con la vastedad del cosmos, nuestra insignificancia se revela. La evolución humana abarca millones de años, mientras nosotros nos aferramos con uñas y dientes a alcanzar una existencia digna de ochenta años.
En mis primeros pasos en la fotografía análoga, he encontrado numerosas ocasiones en las que la muerte se erige como protagonista. Al observar detenidamente esas imágenes, me veo llevado a reflexionar sobre la vida que una vez habitó esos cuerpos. Al contemplar los restos de un ser que antes vibraba con vida, me doy cuenta de lo efímera que es la existencia y de que lo verdaderamente trascendental es lo que hacemos durante nuestro breve paso por el mundo. Nuestro cuerpo es un vehículo, una herramienta para interactuar con la realidad física; de ahí la importancia de mantenernos saludables. Pero lo esencial radica en nuestras acciones, en nuestras palabras y en el legado que dejamos.
No puedo rendir homenaje a la vida en este álbum sin incluir imágenes de seres vivos. El contraste es necesario para mostrar que nuestra existencia es fugaz y que podemos cruzar la frontera de la vida sin previo aviso. Por eso, debemos saldar nuestras deudas y sembrar bosques mientras nuestras fuerzas nos acompañen, dejando una huella en esta sociedad caótica.